Lee un poema como una fotografía. Lee una fotografía como un mapa. Lee un mapa como un poema.
Este proyecto propone una forma alternativa de representar los territorios que habitamos, alejándose de mapas normativos y estructuras rígidas. A través de una recopilación de mapas dibujados por personas locales, fotografías, ensayos visuales y una instalación textil, se construye un archivo fragmentado que reinterpreta el territorio desde la experiencia, la memoria y la relación entre cuerpos y paisaje.
Lejos de crear un “mapa de ficción”, la propuesta cuestiona la idea de que exista un mapeo neutral, objetivo o incuestionable. Aquí, lo sensible y lo subjetivo se reivindican como formas legítimas de conocimiento geográfico. Lo vivido, aunque no esté en el GPS, también traza rutas y construye sentido.
La instalación presenta un mapa bordado de Eubea invertido sobre una tela translúcida, suspendido frente a una superficie reflectante. Al observarlo, el espectador ve su reflejo en el fondo, distorsionado, formando parte del paisaje. Territorio y cuerpo se afectan mutuamente: habitar es también ser transformado.
El fanzine central del proyecto está diseñado sin inicio fijo ni orden lineal: puede leerse desde cualquier página, de forma aleatoria o no secuencial. Esta estructura refleja la fluidez del territorio y de las identidades que lo habitan, siempre cambiantes, siempre situadas.
"Nuestros territorios no caben en el GPS" invita a imaginar otros mapas y formas de conocer, más abiertas, más afectivas, más colectivas.
Este proyecto fue desarrollado en la residencia de arte Loop [PROSPER] durante el mes de Octubre del 2024.